La manifestación Ocupa el Congreso unió Madrid con Lisboa el 25 de abril. La península ibérica conmemoró unida la Revolución de los claveles. Podría haber sido un día muy emotivo.

En los primeros pasos de la cabecera madrileña, justo a las 18.00 horas, no había ni 400 personas. La Gran Vía se cortó por una columna que avanzaba hacia Neptuno. Allí sí, esperaba alguien más. El objetivo era rodear el Congreso de los diputados para pedir la dimisión del Gobierno. La convocatoria murió nada más salir de Sol por su lenguaje y por el comportamiento de los promotores.

Antes de las 21.00 horas, algunos manifestantes lanzaron objetos contra los antidisturbios y movieron las vallas que cercan el Congreso. Ahí se terminó la concentración.

Media hora después, un grupo de jóvenes recorría las calles cercanas a la Gran Vía volcando y cruzando contenedores de basura. Fueron invisibles para el helicóptero de vigilancia y para la Policía. Finalmente, se dispersaron justo cuando los promotores del 25A abandonaban sus objetivos por falta de apoyo.

Estas fotografías son el trabajo de esa jornada: